Se cerró la brecha por la ciclamino
Jacopo Guarnieri se ha cruzado en su camino con grandes sprinters y ha ayudado a algunos de ellos a convertirse en estrellas. El corredor italiano inició en el Liquigas donde compartió filas con grandes velocistas como Manuel Quinziato y los mismos Elia Viviani y Peter Sagan al inicio de sus carreras. En su primer cambio de equipo al Astana a los 25 años conformó por tres temporadas uno interesante trío italiano con Francesco Gavazzi y Erc Gasparotto, con quienes compartía el escenario en llegadas al sprint y un calendario de clásicas. Sin embargo, una fractura de tibia lo dejó parado durante varios meses, sin sentirse cómodo del todo con la filosofía del equipo.Sin embargo a su regreso consiguió una victoria de etapa en la Vuelta a España y pudo elevar sus bonos para cambiar de aires. En 2015 llegó al Katusha para formar parte del tren de Alexander Kristoff con quien compartió por dos temporadas y afinó sus cualidades como lanzador de lujo. Fue por eso que en el 2017 el FDJ se llevó con una buena oferta para el hombre de confianza para Arnaud Démare. En su estreno en el TDF con el equipo francés ayudó al entonces campeón nacional a ganar una etapa aunque después ambos terminaría eliminados por corte de tiempo en la etapa 6.
En el Tour de francia el dueto Démare-Guarnieri conseguiría otra victoria de etapa en el Tour. En 2019 el Groupama FDJ decidió traer a demare a su tercer Giro de Italia, aunque los dos anteriores no los ha terminado. Por su parte Guarnieri curiosamente siendo italiano, nunca había participado en la corsa rosa a los 31 años La decisión fue promovida por la cantidad de etapas al sprints programas antes del gran bloque montañoso de este año, y aunque Demare había puesto a trabajar a su tren en cada oportunidad al embalaje, había sumado 5-2-9-3 y 6 lugares en la primera semana.
Pero eso cambió en la etapa 10 del Giro 102°. En un duelo reducido a dos corredores por la maglia ciclamino, Pascal Ackermann se comió la rueda de uno de sus lanzadores en el último kilómetro, lo que provocó una reacción en cadena del que salieron mal parados más de uno además del alemán del BOH.
“Sabía que sería un sprint rápido con los últimos 20 km...Para evitar cualquier choque, le pedí a mis compañeros de equipo que me mantuvieran en las primeras diez o quince posiciones. Han sido excelentes. Ramon [Sinkeldam] ha sido muy fuerte y Jacopo [Guarnieri] excepcional. Un sprint como este, a toda velocidad sin necesidad de frenar, fue perfecto para mí. A mi equipo y a mí nos hubiera gustado ganar un sprint antes en el Giro. Siempre fui colocado pero no gané. Hoy es un alivio. Mi objetivo es llegar a Verona. Si tengo las piernas para superar las montañas, estaré allí hasta el final” comentó Démare tras poder finalmente levantar los brazos como ganador.
En ese pequeño grupo que quedó a salvo para la disputa estaba Caleb Ewan con Jaser de Bust (TLS) como lanzador, y Fabio Sabatini con Elia Viviani (DQT).. Ewan fue el primer el salir por la línea, algo temprano, y aunque fue Viviani el que tomó esa rueda, no vieron que por el otro lado Guarnieri dejaba en un carril más abierto a Demare quien tuvo la mejor potencia para el remate.
El sprinter francés buscaba la reivindicación de su temporada ausente de victorias y con una floja exhibición en la clásicas de primavera, donde su mejor actuación había sido una 17° casilla en Paris-Roubaix.
Con los puntos conseguidos y la caída de Ackermann, Démare se convierte en la amenaza por dicha clasificación. Este miércoles llega otra cita con el embalaje masivo y para el GFJ la oportunidad de pelear por las unidades disponibles en los sprints intermedios como lo han venido ejecutando. Infortunadamente a Pascal le tocará sobrevivir a las curaciones y a una mala noche debido a las múltiples raspaduras y golpes sobre su costado derecho. Algunos perjudicados también fueron Matteo Moschetti (TFS), Simone Consonni (UAE), Jakub Mareczko (CCC), Tony Gallopin (AG2), Krists Neilands (ICA), Enrico Barbon (BAR), Marco Haller (TKA) y Ryan Gibbons (DDD) entre otros.
Para los corredores de la general fue un buen ejercicio de regreso a la acción, aunque siempre con los nerviosos para colocarse en el cierre. Antes de la caída de los sprinters, se había presentado una a 10 kilómetros de meta, donde el más golpeado resultó Enrico Battaglin (TKA).
La general no registró modificaciones en los primeros 64 puestos y muy pocas en la parte baja de la tabla.
La peor víctima para la afición local ha sido Elia Viviani, quien vestido de campeón nacional no ha podido ganar una etapa de manera oficial en este Giro donde se espera que abandone luego de la etapa 11.
La etapa del miércoles es la pimera más de 200 kilómetros en la segunda semana. El camino entre Carpi y Novi Ligure nos lleva dirección noroeste camino a los Alpes italianos. Con solo 500 metros de elevación la jornada sólo tendrá las emociones de los sprints intermedios San Zenone al Po y Pontecurone a 73 y 31 kilómetros a meta respectivamente. La jornada termina en un falso llano constante hasta la meta. Luego de el punto de los 3 kilómetros con una cva a la derecha, el resto del trazado transcurre en una larga recta solo interrumpida por una rotonda en la marca de 1 kilómetro a meta.
La última llegada del Giro en Novi Ligure fue conquistada por una fuga en 2010, que fue para el francés Jerǒme Pineau, con el entonces Quick Step Innergetic.
Clasificación General de los latinoamericanos:
6° Andrey Amador (Crc-MOV) a 2:39”
20° Richard Carapaz (Ecu-MOV) a 5:06”
27° Miguel Ángel López (Col-AST) a 6:19”
28° Esteban Chaves (Col-MTS) a 6:20”
54° Sebastián Henao (Col-INE) a 16:45”
69° Jhonatan Narváez (Ecu-INE) a 23:17”
76° Iván Sosa (Col-INE) a 26:12”
100° Jonathan Caicedo (Ecu-EF1) a 36:46”
111° Miguel Florez (Col-ANS) a 41:47”
