Culminación y consenso

El último pedalazo en terreno donde se podía hacer alguna diferencia en clasificación general quedó atrás. Sepp Kuss pudo creerse campeón virtual de la Vuelta a España rodeado del equipo más poderoso y completo en esta tercera grande de 2023. Aunque no había necesidad, el Jumbo Visma puso un corredor en la fuga (Wilco Kelderman) solo por precaución mientras el resto de la nómina se responsabilizó del lote, en donde la únicas escaramuzas se dieron entre los corredores españoles por tratar de sacarse segundos entre ellos.

Colaboracción en equipo hasta el final. Foto ©Unipublic/Sprint Cycling Agency

La imagen que muchos idealizaron y no se gestó en la subida al Angliru, los tres del podio juntos para coronar tan mítico puerto, se dio al cierre de la penúltima etapa en Guadarrama. El estadounidense le extendió la mano a Primoz Roglič y Jonas Vingegaard, los quiso abrazar y casi subir a su bicicleta. En ese instante se resolvieron los momentos de tensión que el equipo sufrió por falta de dirección. Si históricamente ha sido difícil compartir un liderato entre dos, tener tres cartas en podio y saber con cuál y cómo manejarlas —siendo dos los campeones del Giro y del Tour— debe haber supuesto una mano firme que tardó en ejercer autoridad.

El equipo y el patrocinador querían cristalizar el objetivo de los títulos de las tres grandes. La escuadra propuso temprano una estrategia y poner en aprietos a los rivales con Kuss en una fuga en la etapa 6, una situación que le permitió recibir La Roja con el mejor gregario del Jumbo Visma.

Sin saber hasta dónde podrían confiar en la forma de un corredor con dos grandes en las piernas, el Jumbo Visma se encargó de hacer la diferencia ante los demás rivales con base a su caballería para lanzar a Roglic en la segunda semana, aunque Vingegaard recortó tiempo de manera individual en dos ataques y victorias correspondientes, bajo la mirada de la escuadra.

La imagen de la Vuelta a España. Vingengaard, Kuss y Roglič en armonía.

Foto ©Unipublic/Sprint Cycling Agency

Este sábado los últimos 200 metros a la meta fueron de redención para tres corredores que han compartido alegrías, dolores y lágrimas en más de una ocasión. Sepp Kuss se queda con la Vuelta a España, carrera que lo vio correr su primera grande en 2018. Once participaciones después en carreras de tres semanas, le brindaron su primera corona.

“¡Estoy súper aliviado! Casi llegamos ya al final”, dijo Kuss con su amable disposición de siempre. “Desde el inicio los chicos tenían perfectamente el control. Robert [Gesink] y Dylan [van Baarle] acaparan el 90% del escenario. Fue un día largo y duro y estuvieron allí todo el día, así que me quito el sombrero ante ellos, fueron increíbles. Y luego Atila [Valter] estuvo allí en la última subida y Primoz [Roglic] hizo mucho trabajo para mí allí en la última subida y también en llano con Jonas [Vingegaard]. Eso es algo que nunca imaginé. Fue un momento súper especial poder relajarte tanto en el último kilómetro de una etapa de montaña con tus dos compañeros es realmente genial. Aún no lo he asimilado. Y luego estar con mi familia fue lo más especial".

La fuga de la 20 etapa tuvo la venia y 31 corredores gozaron hasta 11 minutos de ventaja para resolver la victoria. La mala noticia es que Remco Evenepoel estaba acompañado por Louis Vervaeke, James Knox y Matia Cattaneo. El tren Soudal Quick Step depuró al grupo pero no lo suficiente para evitar que corredores de experiencia pudieran guardar su mejor zarpazo para el cierre.

Wout Poels (TBV) ya había sido tercero en la etapa 6°, 3° y 5° en tres diferentes ocasiones hasta que este sábado pudo darle la vuelta a la potencia de Evenepoel ganándole la salida en la última curva y atacando de lejos. "Creo que soy como una botella de vino, ¡cada año que envejezco, mejoro!”, dijo con una gran sonrisa el corredor neerlandés “Eso es bastante sorprendente, especialmente en una etapa realmente dura, y es increíble vencer a un corredor como Evenepoel en una escapada. Estoy súper feliz. Sabía que había una curva próximamente con 350 metros, así que pensé que si entraba primero en ella y me lanzaba a toda velocidad hasta la meta, tendría un velocista bastante bueno como escalador... Y no puedo creerlo. Hoy apuntamos a la etapa. Fue muy difícil llegar a la fuga. Se podía ver a todos estos buenos corredores con G [Geraint Thomas], Remco... Tienes que hacer un plan. Pensé que en la parte empinada del último puerto tenían que ir a tope y ver qué podía pasar".

Por la mínima, pero Wout Poels (TBV) se llevó su primera victoria en la Vuelta a España.

Foto ©Unipublic/Sprint Cycling Agency

Remco Evenepoel (SOQ) tuvo el número, pero la astucia de Poels se impuso esta vez. “Creo que cometí un error de cálculo. Me sorprendió el sprint inicial de Wout [Poels]. Regresé muy fuerte pero la meta estaba 10 metros antes para mí”, dijo el también oficial campeón de la montaña. “Tomamos en nuestras manos los últimos 60 kilómetros. Los otros muchachos atacaron muy temprano y hablé por radio y dije: 'Mira, ahora controlamos la etapa nosotros mismos, tratamos de aprovecharla lo mejor posible, vamos cada subida más y más rápido y ya veremos en la final'. subir cómo sucede '. Sabía que era empinado pero no esperaba que los adoquines estuvieran en tan malas condiciones. Luché en esa parte, me controlé para regresar. Quizás cometí un pequeño error al dejar de empujar cuando tenía 20 metros sobre los demás en el valle. Realmente no podemos decir que haya sido un mal día para nosotros, hicimos un trabajo realmente bueno. Simplemente reaccioné 2 o 3 segundos tarde para prenderme a la estela de Wout, pero él se merece esta victoria."

Einer Rubio (MOV) fue el latinoamericano en la escapada, y aunque el recorrido no necesariamente iba con sus mejores cualidades, el escalador colombiano finalizó en el primer grupo de persecución y fue top 10 en la meta.

Otro corredor destacado fue Pelayo Sánchez (BBH), corredor valiente y que supo involucrarse en el grupo de 5 corredores con Poels, Evenepoel, Marc Soler (UAE) y Lennert van Eetvelt (TLD) para tercer minar 3°. Es un corredor que seguramente llamará la atención de otras escuadras y el público español.

Este domingo se cierra la 78° edición de la Vuelta a España con el circuito en las calles más icónicas de la capital. Madrid ha acogido 47 salidas y 77 metas de La Vuelta. La capital de España es habitualmente la meta de la última etapa de la carrera, con el ya tradicional pódium final frente al ayuntamiento. Los últimos 57 kilómetros se celebrarán en el circuito de los 5.8 kilometros más escénicos de Madrid para ver a los embaladores ponerle el cierre a la carrera.