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¿Qué se impondrá en el Giro: estabilidad o explosividad?

Cuando hablamos de 58.5 kilómetros de contrarreloj individual, es difícil no conectar la candidatura del Giro de Italia 2019 con los especialistas Tom Dumoulin y Primoz Roglic. Ambos corredores con características físicas muy diferentes han sabido destacarse en la cabra y mantener presencia en la subida. El estilo de Dumoulin, más de potencia que de explosividad, tiene uno que otro ataque destacado que le sirvió para hacer diferencia en el titulo conseguido en 2017. Sin embargo, este año el holandés del Sunweb enfrentará a un destacadísimo contrarrelojista que puede realizar ataques explosivos en la montaña y abrir también brecha en ascenso. La diferencia a favor del esloveno es que su equipo quizás tenga una ligera ventaja sobre la nómina que llega a apoyar su liderato, mientras que Dumoulin tiene la experiencia como capitán en las grandes y puede resolver por si solo en las montañas.


Primoz Roglic cuenta con el mejor palmarés con el que se puede llegar al Giro: 3 carreras de una semana en tres meses, 20 días de competencia, 4 victorias de etapa (incluida dos llegadas en alto y una crono individual) y 3 títulos de carreras World Tour (UAE Tour, Tirreno-Adriático y Tour de Romandía).


Son los candidatos; quién se llevará la maglia rosa?

Tom Dumoulin (SUN) hizo dos de las mismas carreras que Roglic, UAE y Tirreno-Adriático, y solo pudo superar a Primoz en una de la crono corta en San Benedetto del Tronto (10km) por 5”, aunque el ganador en aquella fracción fue Victor Campenaerts (TLS). En ambas carreas Tom terminó fuera del podio, más tarde correría en dos monumentos: Milano Sanremo y Liege-Bastogne-Liege. Fue en la clásica italiana donde terminó a 3 segundos del grupo de los favoritos en la casilla 11°. Su máximo objetivo ha sido mantenerse al tanto del ritmo de carrera, pero realizar una preparación más tranquilo y llegar fresco física y mentalmente al Giro.


De este lado de la moneda cae el adjetivo de una carrera estable basada en la fortaleza que las cronos le pueden dar a estos favoritos y jugar con su diferencia en la alta montaña. Del otro lado esta la explosividad que tendrán que poner en la mesa corredores con características escaladoras. Quizás en este paquete el que tiene una ligera ventaja --porque ha mejorado sensiblemente en la crono—es Simon Yates (MTS). El británico tuvo en las dos grandes que corrió el año pasado el contraste de infierno y la gloria. Mientras pensó comerse el mundo a puños en e Giro, la mala administración de fuerzas lo sacaron en una sola jornada del podio, mientras que en la Vuelta no solo recuperó la fuerza sino la moral en la ultima semana donde pudo ponerle nombre a su primer titulo de tres semanas. Yates se olvidó de las clásicas en esta temporada para sumar dos victorias de etapas (contando una en crono en Paris Niza) y un título de la montaña (Vuelta a Andalucía), aunque no ocupó ni un solo podio en la general en sus tres carreras de etapas. Sin embargo, para Simon lo más importante era guardar su mejor cara para el Giro, acompañado de hombres de experiencia como Mikel Nieve y Esteban Chaves, además de los confiables Jack Haig y Brent Bookwalter.


La experiencia llegará de la mano de un múltiple ganador de Giro: Vincenzo Nibali. Luego de una terrible lesión en el Tour de Francia del año pasado, el líder del Bahrain Merida logró cerrar la temporada 2018 con un podio en el Giro de Lombardía. En 2019 Vincenzo ha tenía una preparación modelo en el último mes antes de enfrentar el reto: inició con una preparación de altura en Monte Teide y calentó motores en el Tour de los Alpes donde probó varias veces las piernas en la montaña y en el descenso, lo que rindió para un 3 lugar en la carrera y más tarde una prueba de fondo en Liege-Bastogne-Liege donde terminó 8°, mismo lugar que ocupó en Milano Sanremo un mes antes. Cauto sin duda, pero Nibali tiene el mayor conocimiento de su cuerpo y de la corsa rosa que ninguno otro candidato. Nibali podría guardar el asalto para etapas clave, ya que sabe que otros son más jóvenes y pueden sacarle ventaja significativa en las cronos. No duden que el Squalo intente una hombrada en la etapa 16, la llamada reina de este año, con un final pasando el Mortirolo y llegada del otro lado en Ponte di Legno.


Dos cartas jóvenes que el año pasado se midieron por una casilla en el podio y la maglia blanca, fueron Miguel Ángel López (AST) y Richard Carapaz (MOV). A penas separados por un año en edad, los dos son muy buenos amigos y tuvieron convivencia en preparación y entrenamiento antes de arrancar la campaña. El líder del Astana fue quien sacó 47” sobre Carapaz en el Giro 2018 y no fue sino hasta la penúltima etapa cuando el colombiano se subió al tercer cajón y se quedó con la clasificación de los jóvenes. Unos meses más tarde López confirmó su categoría de líder con el equipo kazajo tras volver a hacer la hazaña de subir al podio en la penúltima jornada de la Vuelta a España para ser también 3° en la general.


Este año el Astana dedicó tiempo y recursos en mejorar la posición de sus corredores en la bici de crono y Miguel Ángel vio los primeros frutos como subcampeón nacional CRI. Luego de quedarse con el título del Tour Colombia, el boyacense tomó el objetivo de victoria de etapa en Paris Niza, pero en un duelo entre colombianos, quedó 2° detrás de Daniel Martínez (EF1) en la cima del Turini. Para cerrar marzo tomaría venganza deportiva con una victoria en la Molina y un liderato que supo conservar hasta el final para acreditarse un nuevo titulo World Tour en su palmarés. En todo abril Miguel aprovechó para recibir a su primer hijo y bajar el ritmo en espera de su regreso a Europa para reconocer etapas clave del recorrido del Giro. El equipos es uno de los más fuertes hombre a hombre: Bilbao, Hirt, Ion Izaguirre, Cataldo, Boaro, Zeits y Villella.


Aunque se merece la consideración como co-líder por su 4° puerto del Giro 2018, Richard Carapaz (MOV) llegará a la corsa rosa como apoyo a Mikel Landa, luego de la salida de la nómina de Alejandro Valverde. Pero como el año pasado el ecuatoriano llega con una reciente victoria en la Vuelta a Asturias. Carapaz terminó las dos primeras carreras de su calendario en San Juan y Colombia con un top 10 en la general, y fue la mejor carta del Movistar en Tirreno-Adriático en el top 20. En Cataluña acompañó la causa de Nairo Quintana y Alejandro Valverde y luego tomo un descanso para seguir con su preparación de altura en su casa e Ecuador. Será una dupla interesante con Landa en su segunda visita al Giro. El corredor español por su parte no solo buscará sumar a sus tres victorias de etapa en Italia, sino igual o mejorar su actuación del 2015, cuando fue 3° y rey de la montaña. Ese año tuvo un gran ascenso al Mortirolo y ganó la etapa con meta en Aprica. Además, se suma confiablidad de Andrey Amador (este será su 7° Giro), quien ya ha ganado etapa, vestido la rosa y finalizó 4° en 2015.


Tras el infortunio de la caída en entrenamiento y fractura de clavícula de Egan Bernal, el Ineos queda al descubierto sin un plan B preparado para esta contingencia. La nómina de cualquier manera estaba basada en la nueva camada de talento, por lo que podrían evitar ponerle el peso a corredores que no esperaban recibir una responsabilidad de clasificación general y enfocarse mayormente a victorias de etapa. A Pavel Sivakov y Tao Geoghegan se suma el irlandés Eddie Dumbar. Ahí estarán los latinoamericanos Sebastián Henao ( con 4 Giros terminados en su palmarés), el colombiano Iván Sosa y el ecuatoriano Jhonatan Narváez, estos dos últimos hacen su debut en una grande.


Otros líderes que han tenido sus momentos buenos en sus últimas salidas son Rafal Majka (BOH) e Ilnur Zakarin (TKA) aunque no serán factores para la disputa del título otros corredores en sus equipos podrían ser protagonistas: Davide Formolo, Pascal Ackermann y Michael Schwarzmann podrían tener relevancia con victorias etapas para el Hora Hansgrohe, lo mismo que Enrico Bataglin y Jethe Biermans con el Katusha Alpecin. Bob Jungels tuvo una decente salida en las clásicas y sumó dos victorias en los primeros meses de la campaña, aunque el Deceunick Quick Step viene a buscar victorias con Elia Viviani para refrendar la maglia ciclamino, Bob contará con Knox, Capecchi y Serry para acomodarlo en la montaña.


Otros corredores de experiencia que buscarán acomodo en el top 10 son Bauke Mollema (TFS), Alexis Vuillermoz y Tony Gallopin (AG2), Valero Conti (UAE), Ben O’Connor (TDD).


Habrá un buen duelo entre sprinters, aunque algunos protagonistas se reservarán hasta el Tour de Francia. Muchos equipos en el Giro confiarán en el éxito en las posibilidades que les dan sus embaladores, aunque muchos de ellos no vayan a ver la meta en Verona. Este año los sprinters del BOH han sido lo más dominantes, mientras que algunos se han acomodado a sus nuevos equipos como Caleb Ewan (TLS) y Fernando Gaviria (UAE). Otros candidatos en las llegadas masivas son Arnaud Demare (GFJ), Davide Cimolai (ICA), Sasha Modolo (EF1), Jakub Marezcko (CCC), Giacomo Nizzolo y Ryan Gibbons (TDD), Fabio Felline (TFS) y Francesco Gavazzi (ANS) entre otros.


Por Latinoamérica se suman 3 jóvenes colombianos que se estrenarán en la corsa rosa: Miguel Florez (23) con su nuevo equipos Androni Giocattoli - Sidermec --al cual ya le dio una victoria de etapa en la Vuelta al Táchira-- y Juan Sebastián Molano (24), quien ya tiene una grande en las piernas con la Vuelta a España de 2017, pero que está listo para aportar al tren de Gaviria en el UAE Team Emirates y buscar también sus opciones en llegadas propicias para su perfil más puncheur.


Hasta el momento de escribir esta previa estaba contemplado en la preselección del Education First el ecuatoriano Jhonatan Caicedo que ha sumado 15 días de competencia luego de iniciar tarde la temporada por problemas de salud. Caicedo ya corrió Cataluña y Romandía en el año y será una adición interesante para el equipo con Dombroski, Kangert y Carthy.


Un corredor que creemos dará una gran presentación en Krists Neilands del Israel Cycling Academy, el ciclista de origen letón ya terminó primer Giro el año pasado y a los 24 años está listo para dar un salto de calidad para acomodare entre los más combativos de la inscripción de este año.


LA RUTA


El Giro es una carrera que no tiene ataduras ni especulaciones, donde los escaladores atacan de lejos o son explosivos en las duras rampas que les esperan en el recorrido montañoso cargado en la segunda parte de la carrera. Las montañas aquí subirán hasta más de 2600 metros y presentarán porcentajes y caminos asfixiantes como el temido Mortirolo. Aquí las subidas pueden ser largas, pero nunca estables, siempre con rampas que obligan a ajustes y donde le domino de un equipo es menos efectivo.


Aunque la primera semana tiene algunas llegadas con repecho, se espera que los sprinters gocen de libertad para organizar la carrera, luego de haberse escrito la primera clasificación general con la contrarreloj de apertura de menos de 9 kilómetros La subida al Santuario de San Luca –lugar habitual de remate de Giro dell’Emilia--- ofrecerá un gran espectáculo y quizás la diferencias no sean tan dramáticas entre especialistas y escaladores. El ascenso es de 2,100 metros con una media del 9.7% y rampa máxima del 16.


Tras la apertura, el pelotón tiene 4 etapas de más de 200 kilómetros (3 de ellas consecutivas) en los primeros 5 etapas en línea camino al sur a la costa del mar tirreno y a la región de Lazio y luego un recorrido hacia la costa Adriática en la etapa 6.


En la etapa 7 se llegará a la ciudad de L’Aquila que fue afectada por un terrible terremoto en 2009 y que de apoco ha ido recuperando sus monumentos históricos. En una típica jornada para sprinters, la etapa 8 de 235 kilómetros va de Tortoreto Lido rumbo a Pesaro bordeando la costa Adriática. La primera semana cerrará con la segunda crono individual, que será la única salida oficial de territorio italiano a la república de San Marino. El trazado es de 34.7 kms con un constante falso llano hasta 12.5 km a meta, cuando inicia una pendiente de entre 6.4 y 6.9% y una rampa máxima de 11% antes de tener un pequeño descanso por casi 3 kilómetros y rematar los últimos 2100 metros a 6.4% y otra rampa máxima del 10%. La llegada esta considerada premio de montaña de 2ª categoría. Si nadie ha tenido graves percances ni caídas, ahí se volverá a reconfigurar las diferencias en los candidatos.


La segunda crono individual del Giro


Al inicio de la segunda semana hay una etapa corta de 147km entre Ravena y Módena, que se correrá en un suspiro como los autos de lujo Ferrari y Lamborghini que se fabrican en la zona. En la etapa 11 hay otra larga jornada en el sillín con mínimo desnivel, pero con 206 kms entre Carpi y Novil Ligure que termina en la región de Piemonte. El 23 de mayo en la etapa 12 un recorrido entre Cuneo y Pinerolo nos acerca a los Alpes italianos y será la primera clara para una fuga con el Montoso a 32 de meta.


Los primeros de primera categoría inician en la etapa 13 con el Colle de Lys y el Ceresole Reale (Lago Serrú) como primer remate en alto de la carrera. Esa subida es de 20.3 km y terina a mas de 2200 metros sobre el nivel del mar. Ya la carrera tiene otro tinte y los embaladores pensarán en formar su grupetto o irse a casa.


La etapa 14 tiene 5 premios de montaña donde destaca el Colle de San Carlo a casi 2,000 msnm y a 25 kilómetros de meta. La bajada de San Carlo también puede marcar un ataque ya que el cierre está en la base de Mont Blanc. Aunque es un premio de 3ª, el remate será muy duro pues es una de las etapas más cortas en la montaña en este Giro.


Como si fuera fácil recuperarse de los Alpes, la organización planteó un recorrido para rendirle homenaje al Giro de Lombardía en l etapa 14: 232 kilómetros que utilizará los últimos 70 kilómetros del ultimo monumento de calendario. Se subirá la Madonna del Ghisallo, la Colma di Sormano, el Civiglio y rematará en el lago de Como. ¿Alguien dijo Vincenzo Nibali?


Luego del segundo día de descanso llega la etapa reina de la carrera. De Lovere a Ponte di Legno con 226 kms. Ene l camino está la cima Coppi, el Passo Gavia, el monstruo alpino de 16.5 kilómetros de acenso con una media del 8% y ascenso hasta 2,618 msnm. Luego de perder el aliento en el punto más alto del Giro, los corredores tendrán en descenso hasta 537 msnm para volver a subir, ahora el Mortirolo, una subida termina por lo estrecho de su camino, las curvas y la media de 10.9% en 12 kilómetros, aunque tiene 5 kilómetros con una media de 12.5%. La bajada del Mortirolo es otro reto de casi 10 kms rumbo a la llegada en subida constante Ponte di Legno, Aquí se puede escribir una jornada histórica de ataque y persecución.



La etapa reina del Giro el 28 de mayo


La etapa 17 también tiene montaña, aunque de menor calibre entre Comezzadura y Anterselva en la región de Bolzano. Un día siguiente se repite una dosis de mas de 220 kilómetros, aunque en esta ocasión serán en terreno en descenso mayormente entre Valdaora y Santa María di Sala, un día para los embaladores sobrevivientes.


La etapa 18 de “solo” 151 km entre Treviso San y Martino di Castro terminará en un premio de segunda categoría de 13.6 km a una media del 5.6%. Pensando en la etapa 20, quizás los favoritos guarden sus mejores galas y sea oportunidad de otra escapada.


A un día del final, se presenta una etapa colosal en los Dolomitos. 194 kilómetros con 5 premios de montaña, dos de ellos de 1ª categoría: el Passo Manghen en los primeros 78kms y el cierre en el monte Avena, es ultimo con solo 6.9km y con una media de 7.3%. Sin embargo, la jornada guarda mas de 4500 metros de desnivel y el cierre puede hacer diferencias.


Puede ser que el podio ya esté escrito con brechas construidas en las montañas, pero falta el cierre en una crono de 17 kilómetros con u premio de 4ª incluido a l mitad del recorrido. El escenario será la romántica cuidad de Verona.


¿Están listos para ver quien se queda con el Trofeo Senza Fine?

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