Pinot agresivo, Alaphilippe saca corte y bonificación

La actitud más pasiva del Ineos en la primera jornada de alta montaña en Pirineos correspondió a la falta de buenas sensaciones de su capitán Geraint Thomas. El campeón defensor del año pasado confesó a los medios tras la etapa que, desde que salieron en Tarbes, las sensaciones no lo acompañaban y que supo aguantar al máximo hasta que los cambios de velocidad en el cierre del Tourmalet lo dejaron en evidencia. Egan Bernal recibió la rienda del equipo en ese momento, dejando a su líder tratando de limitar las pérdidas. El conjunto británico vio limitadas sus acciones a la ofensiva cuando otras escuadras decidieron proponer la carrera, en un Tour de Francia que tiene no le ha permitido a un equipo ser contundente y en dónde Julian Alaphilippe ahora juega a seguir a sus rivales. Pero Julian no llegó tan al fondo de su reserva en el Tourmalet, porque le quedó para tomar una bonificación y corte sobre el reducido grupo de candidatos.

Egan Bernal quizás no solo haya recuperado la clasificación de los jóvenes, sino también haya ganado otro voto de confianza por si el liderato del equipo tiene que cambiar de hombros. Thomas aun en un día malo ha podido salvar el 2° de la general, pero el equipo ya puede hacer proyecciones. Lo que es un hecho es que sus grandes motores en la montaña Kwiatkowski y Poels quedaron relegados más temprano de lo que esperaba el equipo.

Cumplió con el efuerzo del equipo Thibaut Pinot (GFC). Foto A.S.O./Thomas MAHEUX

Thibaut Pinot (GFC) se presentó en la etapa como uno de los principales rivales en la montaña para retomar un puesto en el podio. Manejó sus recursos hábilmente y contó con un potente David Gaudu por más de 4 kilómetros tirando del grupo, lo que dejó tocados a varios, incluido Thomas. Haber ganado la cima del Tourmalet en el Tour es una pieza de colección para cualquier profesional y Pinot recupera un poco de su orgullo abollado por los vientos cruzados. Y con esta exhibición el Groupama FDJ tiene un gran incentivo para apoyar la causa de por lo menos el 3° lugar que en antes se tuvo la etapa 9.

Sobresaliente también la ejecución del Jumbo Visma, equipo que le pudo sostener hasta dos gregarios a Steven Kruijswijk en los últimos 4 kilómetros. Laurent de Plus y George Bennett hicieron el trabajo en la recta final, sobre todo el Kiwi que realmente tenía dinamita guardada en las piernas. “Aunque nosotros no tenemos ahora el maillot amarillo, estamos viviendo este Tour gracias a lo que hemos conseguido hasta ahora”, comentó de Plus al final. “Tenemos una gran confianza y con un lider como Steven, que nunca se da por vencido, lo estamos haciendo muy bien. Esta es la única oportunidad que tendrá Steven para hacer podido o buscar la victoria. Si se mantiene a este nivel, pueden pasar cosas maravillosas para el equipo”.

Jumbo Visma tuvo más gregarios al final del Tourmalet. Foto A.S.O./Alex Broadway

El Movistar nos mostró plena fortaleza intención para ir por la victoria de etapa, pero en el camino se fue desdibujando la posibilidad. Lo innegable fue el tremendo aporte de Andrey Amador, que luego de correr el Giro, ha conseguido estar en los días claves del equipo y gracias a él, junto con relevos de Verona y Soler, hicieron sufrir a varios favoritos en el primer tercio de la subida final, como Dan Martin y Adam Yates.

Pero lo que creó confusión fue el momento en que Nairo Quintana se quedó cortado del grupo, del cual seguía tirando su equipo. Según comentó Alejandro Valverde al final nunca se enteraron que Nairo estaba en dificultades porque no lo comunicó y Quintana aceptó que había pasado un mal día y que no quiso afectar las intenciones de ir por la victoria de etapa de Landa, quizás distrayendo recursos. Hoy parece haberse abierto una grieta cuando en lo colectivo el equipo demostró ser sólido para hacer una carrera intensa en lo que queda de montaña. Mikel Landa efectivamente quedó en el grupo que disputó la etapa, pero no pudo rematar y ni tampoco recortar con al top 5. Es ahora Valverde quien mejor está en la general por su equipo y España.

Rigoberto Urán (EF1) perdió a la mayoría de sus coequiperos luego de Col de Soulor y su única compañía, Tanel Kangert, también sucumbió en el último tercio del ascenso final. Rigo sostuvo realmente por largo tiempo a varios los cambios de velocidad hasta los últimos 1600 metros con una salida de Landa al frente de un reducido grupo -sin Valverde y Fuglsang--- también empezó a resentir la velocidad y decidió ir a su propio ritmo. Su conocimiento del terreno y sus propias capacidades lograron que Rigo pudiera ascender en la general, si bien con una diferencia de tiempo con 6 hombres que fueron mejor que él en el cierre. Urán juega sus opciones por la ley el más fuerte y de la eliminación, así que mientras se mantenga regular seguirá ascendiendo en la general.

Enric Mas (DQS) hoy pagó el precio a unos 5 y medio kilómetros por o que cedió varias casillas mientras que Emanuel Buchmann (BOH) no dio muestras de debilidad y pudo ocupar una posición más en la general del 6° a 5°.

Con todas las fuerzas apostadas por el lider de la carrera, ahora sin Mas en le maillot blanco, el Deceuninck Quick Step seguirá haciendo la labor como equipo por el sueño de Francia, en el que Alaphilippe apostó no solo por aguantar sino por sacar diferencias y bonificación. Thomas quedó a 2:02” pero otros corredores ---Kruijswijk y Pinot—entran en el juego de poder luego de demostrar que sus equipos los pueden también sostener en la estrategia.

La etapa 15 cerrará la segunda semana de acción con 185 kilómetros y 4 premios de montaña, tres de ellos de 1ª categoría. Otro día sobre los 3,500 metros de desnivel de Limoux a Foix Prat d’Albis. El puerto menos difícil es el primero, la col de Montségur, de 2ª categoría (6.8 km al 6%) que se corona en los primeros 60.5 kilómetros de salida. Como lo hizo en la etapa de este sábado, Peter Sagan podría aspirar a volver a subirse a la fuga ya que el sprint intermedio está en la zona de tránsito antes de las últimas tres subidas consecutivas. Aunque la apuesta es larga y el cansancio se acumula. Tim Wellens (LST) tiene igualmente que intentar subir a la escapada y quizás buscar puntos en los dos primeros puertos para conservar el liderato.

A 64.5 km de meta está el Port de Lers de 11.4km al 7% que servirá para controlar una fuga existente o quizás para formar una nueva. Sin embargo, algunos corredores de clasificación general podrán estar guardando un ataque explosivo por las bonificaciones de tiempo del penúltimo puerto: el Mur de Péguère, un ascenso de menos de 9.5 kilómetros, pero con la media más complicada del día en 7.9%, sumado a eso, el porcentaje de los ultimos 3 kilómetros está entre 11 y 13%, un lugar apto para dejar crear cortes.

La bajada de Péguère es de 26 kilómetros antes de enfrentar la primera rampa del puerto final en Foix Prat d’Albis, de 11.8km al 6.9%. El inicio de la subida es tranquilo al 6%, pero del kilómetro 9 a 8 a meta la media es del 10.5% y del kilómetro 7 al 6 la media es del 11%. Estas son las oportunidades de romper la conexión de algunos contados gregarios y rivales. Un ataque de lejos puede gestarse y aprovechar una buena marcheta pues la media baja hasta el 6% en los últimos 1,800 metros.

Es otro día donde Alaphilippe tendrá fija la vista en el dorsal #1 del Ineos, como lo hizo hoy hasta que Thomas se perdió en el último kilómetro del Tourmalet. Es la segunda prueba de alta montaña para el valiente corredor francés, aunque con cada etapa su equipo vaya teniendo fuerzas más limitadas. Si Mas puede recuperarse, es necesario que se quede a apoyar a Julian por si llega a tener un momento precario, que aún no se le ha presentado al maillot Jaune.

Muchos corredores sufrieron el día mas duro este sábado, por lo que deberían tratar de hacer por la causa de una victoria de etapa como Adam Yates (MTS) y Dan Martin (UAE).