Confianza absoluta

“Cuando uno está en una racha ganadora, puede arriesgar más para volver a ganar”, con esa frase contundente se resume la efectividad que Arnaud Demare y su equipo Groupama FDJ han podido ejercer en las etapas propicias para los embaladores. El campeón francés piensa que el éxito de la presente temporada tiene origen en la concentración de invierno donde todos los miembros de su tren pudieron construir la confianza que en algún momento se perdió en los dos últimos años.

Nadie detiene a Arnaud Demare (GFJ). Foto ©LaPresse/RCS

El grupo de lanzadores observaron en Arnaud un nuevo sentido de compromiso para 2020 y eso puso a base para regresar al éxito en la línea. Este año han experimentado un poco con el orden de los eslabones de la cadena, aunque siempre con Jacopo Guarnieri como último hombre. Sinkeldam y Scotson han intercambiado posiciones, aunque en la victoria de hoy fue Konovalovas quien se quedó al frente del tren al entrar en los últimos 3 kilómetros.

Demare estaba consciente en la etapa 7 que sería el hombre más vigilado por los rivales, pero confió que mientras ellos pudieran tener el control de su colocación no tendrían problema. Incluso el embalador francés al final dejó que otros tomaran la iniciativa con la confianza en su fortaleza.

“No me preocupé cuando un corredor del Deceunick Quick Step (Davide Ballerini) fue el primer en atacar. Mantuve mi concentración y a unos 150 metros decidí que era momento de iniciar mi salida”, dijo Demare. “Creo que Peter Sagan (BOH) ha perdido un poco de explosividad en su sprint pues se ha especializado también en las clásicas”, apuntó. “Eso mismo me pasó a mí, pero este año decidió regresar al enfoque único de los embalajes y los resultados son evidentes”.

Claro que nosotros sumamos al apunte de que Sagan no sea explosivo que es, junto con Elia Viviani, uno de los pocos corredores que están en el Giro que terminaron el Tour de Francia, y eso debe mí impactar en su actual forma.

El Deceunick Quick Step fue el equipo que mantuvo al filo de la navaja a varios equipos en el camino proponiendo el ritmo de carrera en los vientos cruzados, manteniendo a salvo al líder, João Almeida y a su candidato en la llegada Álvaro Hodeg. El colombiano sin embargo no pudo permanecer a la rueda de Davide Ballerini en la última curva a 1,100 metros de la meta y tuvo que remontar varias posiciones.

En los ultimos 400 metros tomó la rueda de Fernando Gaviria (UAE), quizás pensando en que Fernando tendría la explosividad al cierre, pero una vez que arrancó Demare con Sagan a su rueda, Gaviria se dio cuenta de que no tenía como salir con la misma potencia y dejó de buscar el embalaje. Para cuando Hodeg salió de la estela de Gaviria ya era tarde para alcanzar a los de punta. Fernando se quedó a la rueda de Sagan a la entrada del último kilómetro y un poco desconectado de su tren con Molano y Richeze.

TOP 20 CLASIFICACION GENERAL ETAPA 7

La jornada fue muy nerviosa y desgastante. Muchos equipos tuvieron que ir a fondo para regresar a sus líderes al frente hasta en do so tres ocasiones. Jakob Fuglsang (AST) y Domenico Pozzovivo (NTT) se quedaron cortados en dos ocasiones, primero por los abanicos de los primeros 45 kilómetros y después en dos diferentes caídas. Afortunadamente pudieron regresar, pero sus gregarios se llevaron tremenda paliza. Aunque también recuperó posiciones en el lote mayor por los cortes, Pello Bilbao (TBM) tuvo un corte del grupo principal en la recta final y fue superado por Wilco Kelderman (SUN) en la clasificación general. La jornada marcó un nuevo récord en el promedio de velocidad con 51.2 km/hr.

Abanicos al inicio de la etapa 7. Foto ©LaPresse/RCS

Tras las caídas se registra una baja para la etapa 8, ya que Edoardo Affini (MTS) se fracturó el tercer metacarpo de la mano derecha y fue sometido a una cirugía tras terminar la jornada.

PERFIL ETAPA 8

Este sábado llega la segunda de 8 jornadas de 200 kilómetros o más en el Giro. La salida es en Giovanazzo con metros en desnivel positivo y dos premios de montaña rumbo a Vieste, donde se celebrará un circuito. Una buena parte del recorrido se correrá paralelo a la costa del mar adriático y hasta el primer sprint intermedio, a 110 de meta, el camino es totalmente llano y con la influencia del viento marino. Tras cruzar el sprint en Manfredonia, se inicia el ascenso al monte Sant’Angelo, de 9.6km al 6.1% y máxima 10%. Quizás para entonces ya este constituida una fuga que intentará sobrevivir al puerto de 2° categoría y aprovechar que el resto del camino tiene repechos continuos, aunque no categorizados. El segundo premio es de 4° y se resume a 1.4 kilómetros al 5.6% y máxima de 11% que termina a 42.7 kilómetros de meta.

El pelotón ingresará al circuito final en Vieste a 26.4 kilómetros del final que incluye un repecho duro en la Chiesuola, un kilómetro al 9.3% con una máxima del 17%. Posteriormente a esa dificultad viene u terreno en descenso con curvas de atención 4.1 km y justo afuera del último kilómetro. El pelotón tendrá el primer paso por la meta a 14.5 del final el cual es último sprint intermedio con bonificación.

En el circuito final se vuelve a subir a la Chiesuola a 10km de meta, así que ahí los puncheurs pueden sacar dividendos. O quizás sea la plataforma para un ataque de lejos.